El gotelé fue una técnica muy de moda en los años 60, y aunque es cierto que ahora mucha gente reniega de ello, e incluso que llega a quitar gotele y que posteriormente se arrepienten. Pero bueno, vamos a hablar en este post sobre el gotelé y cuándo estuvo de moda.
El gotelé llegó a la vida de muchos españoles en los años 60 gracias al Plan de Estabilización franquista. Fue precisamente en esa época cuando se produjo un movimiento de población importante de las zonas rurales hasta la ciudad.
Esto fomenta un boom inmobiliario importantísimo, y es precisamente por eso que empezaron a proliferar los barrios obreros que realmente parecían auténticas colmenas. Y es precisamente en estos hogares donde nació el gotelé y que más tarde se fue extendiendo a los hogares de todo el país.
Ahora mismo, el gotelé es un elemento que sin duda nos sirve para rememorar las casas de las abuelas de antes.
Para empezar, el gotelé es una forma decorativa o de pintura en forma de gota. Se trata de aplicar en las paredes una pintura mucho más espesa de lo normal, que se denomina temple. Y al ser mucho más espesa, se forman grumos. Dependiendo del espesor de la pintura se formarán más o menos gotas que le dará por lo tanto más o menos textura. Consiguiendo una pared totalmente rugosa.
Ya hemos comentado que el gotelé irrumpe en la vida de los españoles, en los años 60 gracias al éxodo del pueblo a la ciudad. Las viviendas construidas en los barrios más humildes no se distinguían por sus perfectos acabados, por lo que el gotelé se convirtió en un aliado perfecto para poder disimular cualquier tipo de imperfección. Era una de las formas más baratas y fáciles de aplicar.
Además, una vez aplicada el temple y conseguir la rugosidad en la pared, se podía pintar de cualquier color, lo que sin duda en la época era también mucha novedad.
Pero al igual que resaltamos sus virtudes, precisamente por su origen humilde, el gotelé se consideraba algo mediocre, ya que era utilizado para disimular defectos. Por lo que era tratado como una técnica menor.
Si que es cierto que el gotelé se puso de moda en los años mencionados, sin embargo, es a partir de los 2000 cuando empieza a estar mucho más en desuso. Hoy en día cada vez son más las personas que no quieren tener ese recuerdo del pasado en sus paredes. Ya que además de considerarse una forma de tapar desperfectos, está desactualizada o anticuada. Es precisamente por eso, que muchas personas que quieren vender sus casas, incluso en la misma descripción indican si tienen gotelé. Y aunque muchas personas adquieren las casas con gotelé, porque la rugosidad de la misma no va a hacer que la casa sea más o menos pequeña, sí que la retirada del mismo, es cierto que es una de las obras más demandadas.
Aunque siempre existen personas para todo, y en este caso abogan por devolver esta tendencia hasta nuestros hogares, para rememorar el pasado. Al final, si todas las modas vuelven, y los más modernos apuestan por todo lo reto o lo vintage, probablemente el gotelé vuelva a nuestros hogares.
Aunque fuera una moda en los sesenta, no quiere decir que ahora no pueda volver. Para los amantes de lo vintage, así como los románticos puede ser una manera de evocar el pasado. Mientras que para otras personas lo aborrecen, hoy en día importantes diseñadores o decoradores de interiores, apuestan por esta técnica para dar textura a las paredes de una estancia, para darlas un toque retro o bien para darlas un toque muy diferente. Eso sí, quien quiera poner gotelé en sus paredes, debe de pensar que sí que da textura, pero que quita libertad a la hora de por ejemplo poner cualquier tipo de vinilo, o de adhesivo precisamente por su rugosidad que no permite que se fije nada a la pared por completo, y eso sí que es una de las limitaciones más importantes que genera esta forma de decorar. Además, las gotas de gotelé fomentan luces y sombras que hacen que la pintura no se fije tan bien, como si la pared estuviera lisa, por lo que necesita que se den muchas más manos de pintura, para tener un acabado perfecto, lo que hace aún más complicado el que las personas apuesten por el gotelé.
Tanto para aplicarlo como para retirarlo, lo ideal es preguntar y asesorarse por profesionales que puedan enseñarte cómo y con qué realizar esta técnica. En ocasiones y sobremanera si eres apañado también lo puedes realizar tú mismo, pero seguramente el acabado no sea igual que si te lo hace un profesional. En caso de que quieras probar tú, debes de empezar por interesarte sobre todos los materiales que debes de tener, o que tienes que comprar para poder realizarlo. Pero también tienes que tener claro, que cuando hay especialistas de esta técnica es por algo, que tú vas a manchar muchísimo más que un profesional, y que el acabado va a ser menos perfecto que si lo hacen unas personas especialistas en ello. Te recomendamos que empapeles el suelo, marcos de las puertas y todo aquello que no quieras que se te ensucie, y que te armes de paciencia porque, aunque hay diferentes formas de aplicarlo, no es sencillo con ninguna. Si que es cierto, que hoy en día han aparecido espray que consiguen este efecto, y ya no manchan lo mismo que cuando se realizaba con escobilla de gotelé o con la tirolesa. Al igual que si lo que quieres es retirarlo, debes de saber que vas a necesitar mojarlo muchísimo, y con una espátula rascar bien la zona, que posteriormente vas a tener que lijar para que quede todo bien nivelado y que al pintar o lustrar la pared no se note que antes hubo gotelé.
Lo que está bien claro es que marcó un antes y un después en lo que a la decoración de las casas de los barrios más humildes.