El injerto capilar es, actualmente, el único procedimiento capaz de terminar con la alopecia. Y es que, la creciente demanda de dicha cirugía ha hecho que las técnicas mejoren y, por consiguiente, los resultados sean cada vez más satisfactorios para los clientes.
No obstante, es fundamental recordar que también existen tratamientos capilares que pueden ser realmente útiles en fases tempranas de la calvicie, así como ser grandes aliados cuando se trata de complementar y potenciar los efectos del injerto capilar.
Si visitas una clínica capilar Barcelona con experiencia y trayectoria, podrán asesorarte sobre cuál es la mejor opción para ti. En este artículo verás cuáles son estos grandes aliados, ya sea para antes del injerto o para después.
Mesoterapia capilar
Como bien se comentaba al inicio, al igual que las intervenciones capilares, los tratamientos capilares han evolucionado de tal manera que a día de hoy son una excelente alternativa para ahorrarse el paso por el quirófano. Eso sí, siempre que la alopecia no esté en una fase demasiado avanzada como para poder revertirla.
La mesoterapia capilar destaca por ser una de las apuestas mejor valoradas. El procedimiento consiste en aplicar, mediante inyecciones intradérmicas en el cuero cabelludo. Estas contienen una mezcla de nutrientes, minerales y vitaminas que, suministrados en la capa dérmica, nutre los folículos pilosos y mejora la circulación general del cuero cabelludo.
Para una máxima precisión es fundamental emplear microagujas finas para administrar el preparado directamente, así como para hacer que sea lo más indoloro posible. Este hecho también convierte a la mesoterapia capilar en un tratamiento popular. Y es que las sesiones duran menos de media hora y el paciente puede volver a su vida cotidiana inmediatamente después.
PRP capilar
Otra de las alternativas potentes para reforzar el crecimiento sano y fuerte del cabello es el plasma rico en plaquetas. Si bien se puede usar con otros fines en distintas partes del cuerpo, en el escenario capilar es adecuado especialmente en casos de alopecia androgenética. De este modo, se mejora la densidad capilar y se estimula el crecimiento del cabello desde dentro.
El PRP capilar consiste en extraer una pequeña cantidad de sangre del paciente. Esta muestra se procesa de tal manera que, mediante centrifugación, se separa el plasma rico en plaquetas del resto de componentes. Cuando se obtiene el PRP se combina con otros elementos complementarios para liberar los factores de crecimiento de la solución.
Su aplicación se realiza mediante agujas muy finas en las zonas del cuero cabelludo a tratar, por lo que su administración es de nuevo mínimamente invasiva e indolora. La cantidad de sesiones variará según las necesidades que determine el especialista, en función de las características del cabello del paciente.
La clave: un diagnóstico individualizado
Si bien es cierto que tanto la mesoterapia capilar como el PRP capilar son dos tratamientos realmente interesantes para mejorar la salud capilar de los pacientes, la base para conocer cuál es el ideal es empezar por un estudio detallado del cuero cabelludo en cuestión.
Y es que la pérdida de cabello puede deberse a varios factores, como la genética o el estrés. Así pues, es fundamental saber de dónde puede venir la caída del pelo para atacar al origen del problema. La única manera de hacerlo es proporcionando al paciente un diagnóstico 100% individualizado, respetando siempre sus expectativas y objetivos.
Con tal de conseguirlo, deberás contar con un médico capilar formado y con la suficiente experiencia a sus espaldas. Además, tanto la mesoterapia como el PRP pueden ser el complemento ideal para después de someterte a un injerto capilar, para potenciar aún más los resultados.