Dom. Oct 13th, 2024

Es muy probable que tengas una botella de plástico que ya no usas por casa. ¿Por qué no darle uso, convirtiéndola en una original maceta? Es muy fácil y el resultado es una maravilla.

Material: ramitas, tijeras de podar, una botella de plástico (el tamaño dependerá del que quieras que tenga la maceta), hilo de bramante (u otro fuerte y resistente), un clavo, una pinza y barniz (opcional).

Paso 1: cortamos la botella y las ramas a la misma altura de forma que tapen la botella. Pueden lijarse para que, en caso de aplicarles barniz, este penetre mejor.

Paso 2: colocamos todas las ramas formando una hilera en una mesa y las sujetamos colocando un objeto pesado sobre ellas (una tabla de madera, por ejemplo), dejando que asome la mitad de cada rama.

Paso 3: atamos dos hilos al primer palo e ir pasándolos, uno por debajo y otro por arriba, envolviendo cada rama. Al terminar, se deben atar al último palo.

Paso 4: repetimos el paso 4 en el otro extremo de las ramas. El resultado será una especie de alfombra de ramas.

Paso 5: sujetamos el clavo con la pinza, lo calentamos al fuego y hacemos agujeros en la parte inferior de la botella (para que pueda filtrarse el agua).

Paso 6: al igual que en el paso 5, hacemos unos agujeros en el lateral de la botella, a la altura del hilo, para atar las ramas tejidas.

Paso 7: envolvemos la botella con las ramas tejidas y las atamos.

Paso 8: si queremos que las macetas estén al aire libre, es recomendable barnizarlas. Para tenerlas en el interior, basta con encerar las ramas.

Ya solo falta colocar la planta, ¿cuál pondrás?